Estoy guarnío.

Encontrado en Facebook, de Quike Ramirez Aramburo. Podéis ver el original aquí.

Simplemente fantástico.

«Hoy estoy guarnío.

Y lo que más me gusta de estar guarnío es poder decir que estoy guarnío. Es una expresión que me encanta, como tantas otras que son tan nuestras. Como cuando uno se harta de comer y acaba engollipao (o engoñipao), o cuando riegas las macetas más de la cuenta y las dejas enguachinnas.

Yo nunca pido churros, sino calentitos; de niño nunca iba a las atracciones, sino a los cacharritos. Y cuando me tangaba en el colegio lo que hacía era rabona (qué pellas ni pellas!). A lo largo de mi vida he conocido a más apollardaos que tontos y a más esnortaos que despistaos, pero nunca a ningún antipático, sólo a malajes o saboríos.

Aquí lo mucho es una jartá o una pechá, y lo poco es una mijita. Y la gente no pasea, da vuertas. Lo que está muy sucio está empercochao y lo que limpias a fondo lo dejas escamondao. Si se te va la olla te quedas majarón y si das mucho la lata te llaman pejiguera. Los borrachos, que son papaos, no deambulan sino que dan camballás, y la gente no odia la mentira sino el falserío.

Lo roto está descuajaringao y lo pasado de fecha, revenío. Los cobardes son jiñaos y lo muy visto está manío.

Por expresiones como estas y las miles que quedan en el tintero, cada vez me gusta más el andaluz, y quien diga que hablamos mal que aprenda a entendernos y verá como le coge el gusto. Buenos días!

(Y que conste que lo que acabo de soltar no es ninguna tontería, sino una chuminá

6 comentarios

  1. Leyendo este post me acordé al instante de la manera de hablar de mi pueblo, los canarios. De todas las expresiones que has nombrado sólo coincidimos en algunas, pero lo que tenemos en común es lo mismo: una serie de palabras propias nacidas de una idiosincrasia única y particular sólo al alcance de quien la vive o de quien tiene la suficiente inteligencia y cultura para hacer el esfuerzo de entenderla.

    Nosotros los canarios también tenemos fama de «hablar mal» o de tener un acento parecido a los sudamericanos (nada más lejos), pero lo peor de todo son los propios canarios que en una especie de acto de constricción y arrepentimiento usan términos verbales propios de la España peninsular, renegando de su manera de hablar original por vergüenza, ignorancia, clara influencia del lenguaje foráneo o todo esto a la vez.
    Por otro lado, no hay que olvidar que el lenguaje es algo vivo y como tal, está en perpetuo cambio, adaptándose a cualquier influencia externa y haciéndola suya; cuando esto ocurre de manera «natural» le doy la bienvenida, pero no tanto cuando es «impuesto» o «tomado» inconscientemente por las razones antes expuestas… Es una pena.

    Salud!

  2. Estimado bloguista:
    Estoy guarnio……. tiene autor con nombre y apellidos, Quike Ramirez Aramburo y viene en su libro Historias de la Alameda (Editorial Tebar) que es un recopilatorio de sus reflexiones en su página de Facebook (Historias de la Alameda) de los dos ultimos años.
    Tan solo comentarte que hacer uso de un texto sin el permiso, o al menos citando al autor me parece poco etico pero lo que me sorprende es tu pretensión al decir que le has dado una mejor presentación y le has corregido alguna falta de ortografia. Pero llevas razón es fantastico.
    Un cordial saludo
    Murphy

  3. Muchas gracias por el toque de atención, y más que nada porque ya me lo habían comentado en otro comentario (valga la redundancia) y se me ha pasado completamente actualizar la entrada. Ahora mismo corrijo eso 🙂

    Respecto a las faltas de ortografía y presentación, dado que encontré el texto a través de una conocida imagino que ella lo copiaría de aquella manera y la verdad es que era un desastre. En modo alguno pretendía parecer pretencioso.

    Lo dicho, corrijo y pongo enlace al original y el nombre de su autor.

    Muchas gracias!

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